jueves, 10 de julio de 2008

laura

"Después de eso te quedaste callada, y confieso que no tuve fuerzas para indagar más. Me dolían tus veinte años, me dolían tus palabras blandas, tu certeza de mujer madura, que ya ha vivido y ha tenido tiempo de arrepentirse de muchas cosas. No sabía qué decirte cuando te expresabas así. Sabía que no era un buen ejemplo, sabía que si intentaba algo más que una caricia o alguna frase de circunstancia te resentirías, aunque no me lo dejaras saber. Vivíamos en un equilibrio precario, en una delgada línea invisible, más allá de la cual todo se vendría abajo. En el poco tiempo que llevábamos encontrándonos había aprendido a respetar tus tiempos, tus silencios, tus veladas sugerencias que me mostraban un mundo oscuro en el que te revolvías cada día. Desde el principio supe que no podría ayudarte"

nota: http://www.literatura.org/Antognazzi/MNlaura.html

No hay comentarios: