Enfrentá los demonios de abajo de tu cama
que nadie te agarre de los pies ni tuerza tus brazos
que te lluevan flores del cielo, los olores más ricos del mundo
las sonrisas pegajosas y los abrazos
el brillo de tu pelo y mis manos para sostenerte
la libertad es eterna y tus ojos sinceros.
Siempre mirando para arriba, no existe la soledad
y vos sos hermosa, aprendé a despertarte.
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