dientes

histérica, sentada en tu cama incomoda y sin sabanas
te esperé un buen rato que aparescas hasta que me cansé y te fui a buscar al baño
y ahi estabas, con una bolsita entre las manos y esa cara que ponés cuando estás re duro y solo te sale hablarme de cosas que no me interesan y traerme libros que, igualmente, nunca me ibas a prestar
para entonces mirarme con asco y hasta pensar que por ahi esas pendejas que te pedian que les convides un poco en el boliche, eran más copadas que yo
porque yo no entiendo tu mambo, porque a mi no me cabe
y entonces con palabras lindas, vos y toda tu inteligencia para hacer calculos retorcidos logran expulsarme absoluta y completamente para afuera y no me duele eso, no me duele en lo más minimo, aunque me aplastes la cabeza con toda tu fuerza, ya no me hace más efecto.