dientes

me acostumbré a los ataques de ansiedad, a la expectativa y a darle importancia a tan poca cosa. me acostumbré a llorar hasta escupir el esternón y buscar consuelo en cualquiera que te diga cosas lindas. me acostumbré a los abrazos eternos de amigas que lloran con vos. me acostumbré a no querer moverme del lugar en el que me encuentro, de realmente quedarte en el mismo lugar horas y horas. me acostumbré a aflojar las piernas por verlo hablar con otra. me acostumbré a soñar pesadillas, pensando que los sueños buenos solo ocurrían en su cama. pero tambien me acostumbré a pensar que la otra por ahi no exista y que por ahi él tenga razon, a que por ahi me lo encuentro de nuevo o por ahi realmente no es, a que por ahi es cierto que enamorarse es el mejor fin de todo esto y a sonreir por lo que hace un año parecía imposible. e incluso a pensar que soy mucha persona y volver a lo mío, ir a un recital de la banda que te gusta desde los 12 y cantar una cancion que por ahi él no conosca pero le pertenece y pensar que por ahi él tambien te otorgó alguna canción que te pertenesca ahora y que estar sola de verdad no existe porque hay un millon de personas ahora llamandote cada tres minutos para ver como estás y amigas que son capaces de hacerte sentir todo eso que necesitas en ese momento. aprendí a escribir de nuevo, y escribir bien como se hacer yo. aprendí a no comprarme el discurso de nadie, por más que te hable de que te va a cuidar desde el primer momento. aprendí a cuidarme sola. aprendí a evolucionar. aprendí a calmarme sola, la verdad que nosé en que pensará él, pero yo no me voy a reprimir a hablar todo lo que tenga que hablar, llorar todo lo que tenga que llorar y después seguir respirando.