hablamos de Almafuerte sentados en la escalera
me pronunció su nombre, aunque ya lo sabía
lo estaba esperando
me apreté fuerte contra su pecho, sabía que luego llegaría la despedida
y nada de esto tiene sentido, la felicidad y la tristeza
porque no quiero perderlo, no lo quiero lejos
un chico que disfruto besar, que puedo estar 12 horas colgada de su boca, y no me canso.
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