domingo, 12 de abril de 2009

TANGO

Caminando por barrancas, pisando el pasto, subiendo y bajando
Justo después de abrir el corazón a una hermana, justo después de abrir el cerebro a una compañera. De aprender a hacerme entender y entender a un otro, a un prójimo que tiene un corazón tan grande que necesita ser super alta para contenerlo.
caminando, fumando un cigarrillo, hablando de muchachos y el viaje que justo hace dos o tres horas habíamos concluido.
Caminando por barrancas, un grupo de personas de todos los colores, tamaños y edades reunidos en una plaza. Juntos, bailando al compás de un grabador que transmite tangos viejos, música nostálgica.
Bailando con vida, con melancolía, concentración, exitación y fuerza.
Sin años que impidan mover los pies y las señoras, mujeres transformadas en bailarinas de tacos eternos. Y los cuerpos pegados, recordando, rozando, girando. Con risas y abrazos festejan el final de cada melodía.
Una noche pegajosa sube en buenos aires y un par de notas convierten a vecinos en apasionados bailarines del barrio de belgrano.

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