viernes, 1 de agosto de 2008

victima

Las garras del león raspan mi cuerpo
se entrelazan con mis venas
Me respira cerca.
Nos hacemos amigos mientras se desgarran mis brazos,
la sangre cae hasta el piso y mancha su pelaje.
Vuelve a atraparme, soy una presa fácil.
Recorre mi silueta, encuentra lugar para morder, ataca,
y me deja deshecha, esperando a los buitres.
No puedo soportar que me atraiga tanto.

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